1. SOBRE LA LEGITIMIDAD Y UTILIDAD DE LA HISTORIA.
Uno de los problemas del estudio histórico es el darle legitimidad a los hechos
escritos o historiografía del pasado y para poder alcanzar este objetivo es
precisamente encontrar que lo que se escribe realmente sucedió (Ranke).
El que escribe la Historia es el historiador y este debe dar a conocer los hechos
objetivamente. Así que el historiador tiene la responsabilidad de lo que escribe es
verdad, ya que su ética se lo exige y también el servicio que ofrece a la sociedad.
Un requerimiento para legitimar a la historia es que el historiador tiene que
escoger entre las posibles fuentes; a las mejores para que el conocimiento sea
meramente evidente. Esta situación de hacer legítimo el conocimiento histórico es
difícil ya que a través del tiempo y más aun del lejano tiempo es casi imposible
encontrar pruebas de los hechos.
A pesar de tratar de encontrar la legitimidad de la historia no podemos hacer a un
lado su objetivo. Podemos considerar que el objetivo de la historia es expresar el
conocimiento histórico pero “El objetivo de la historia es esencialmente el hombre”
(Bloch, 1946)1
y es este el principal objetivo y sujeto de estudio de la ciencia
histórica. Otra situación que debemos abordar es sobre el uso que se le da a la
historia. Primeramente quiero mencionar a la principal utilidad de la historia que es el uso pedagógico como enseñanza de la educación del hombre, ya que la historia
es la generadora del conocimiento. Posteriormente, viene el debate sobre otras
utilidades que se le da a la historia; “El problema de la utilidad de la historia, en
sentido escrito, en el sentido pragmático de la palabra útil, no se confunde con el
de su legitimidad propiamente intelectual”2
, que no debemos de olvidar la utilidad
que da el historiador como creador del conocimiento histórico.
2. SOBRE LA HISTORIA ANTICUARIA.
Para poder definir a la historia anticuaría no necesitamos hacer un gran esfuerzo
intelectual, la podemos definir como el tipo de historia que recopila datos y hechos
históricos para después poder conservarlos mediante la historiografía.
La historia anticuaría se divide en periodos “se contenta un orden espaciotemporal
de los acontecimientos” (Gonzalez, 2005)4
, se divide en épocas como de
Hierro, Piedra, Clásica, etcétera; que lo único que realizan es clasificar la historia
del hombre para únicamente poder hacer uso de ella como una referencia
bibliográfica.
La única parte en la que la historia anticuaría contribuye al conocimiento es la de
preservar y conservar el pasado como tal, el pasado mismo.
A esta historia anticuaría, se le reconoce como la historia pasiva, la historia que no
produce un debate, un cuestionamiento y está ahí, únicamente encajonada en
esperar de que alguien le interese únicamente hojear el libro de Historia Universal
por mera curiosidad. Esta historia no nos ayuda al acontecer actual, “La historia
anticuaría impide la decisión en favor de lo que es nuevo, paraliza al hombre de
acción” (Nietzshe) y lo que es mas inaceptable deja al hombre raquítico en
realizar un esfuerzo mental.
3. SOBRE LA HISTORIA DE BRONCE.
A causa de que los Estados-Nación se vieron en la necesidad de crear una
identidad propia y particular de cada país por medio de personajes valientes que
se entregaron por amor a su patria supuestamente.
Los Estados crean figuras heroicas para que “recordar heroicidades pasadas
servirían para fortalecer las defensas del cuerpo nacional”5
que permitieran crear
una nacionalidad y un aprecio por parte del pueblo a los héroes y símbolos
nacionales.
4.- SOBRE LA HISTORIA CRÍTICA.
La historia crítica es la que particularmente prefiero y de la cual soy partidario, ya
que es la historia que exhibe a la humanidad los acontecimientos y personajes
detestables del pasado o lo que comúnmente se conoce como “los malos de la
historia”.
Este tipo de historia nos permite involucrarnos más allá del conocimiento mismo,
así; “la historia critica podría llamarse con toda justicia conocimiento activo del
pasado, saber que se traduce muy fácilmente en acción destructiva”8
y
conocimiento activo porque es una historia de actualidad, es una crítica que se
hace a la historia misma; y que esto no se preste a interpretaciones incoherentes
sino todo lo contrario, coherentes.
5.- SOBRE LA HISTORIA CIENTÍFICA
Los académicos e investigadores dedicados a la ciencia histórica se han
preocupado por darle a la historia precisamente el carácter y nivel de ciencia. Para lo cual los historiadores han recurrido a métodos de las ciencias sociales para
tratar de adecuarlos al estudio del pasado de la humanidad.
Pero hacer posible la cientificidad de la historia es un factor muy difícil de
conseguir puesto que los historiadores deben de trabajar en un sentido de
neutralidad que les permita renunciar a sus intereses y juicios personales. Y esta
neutralidad no es posible porque dejaría al individuo social como paralizado en su
esfuerzo intelectual.
6.- SOBRE LA HISTORIA AL SERVICIO DEL PODER POLÍTICO.
Este apartado tiene mucha relación con la historia de Bronce, solo que en este
capítulo tratare más a fondo la cuestión política-historia. En el campo del
desarrollo del poder político en las naciones tiene importancia la utilización de la
historia, “su utilidad ideológico-política del conocimiento histórico a las urgencias
más inmediatas”12, para que se le de credibilidad a las acciones de los políticos
actuales. Debemos mencionar que “la recuperación del pasado ha sido primordialmente política; una incorporación intencionada y selectiva del pasado
lejano e inmediato, adecuada de los intereses del presente para juntos moldearlo
y obrar sobre el porvenir”13, para beneficio única y exclusivamente de la clase
política.
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