viernes, 29 de enero de 2016

Educacion en el Siglo XlX

La pedagogía de Rousseau va a influir decisivamente en el siglo XIX, aunque cada autor tomará un camino peculiar dando entrada a un cúmulo distinto de opiniones sobre todo referentes a los fines de la educación. La corriente psicológica que preconiza Luis Vives y que impulsó el realismo pedagógico alcanzó su cénit en Rousseau, que basa las etapas de la educación en el desarrollo psicológico delsujeto. A pesar de todo, en la etapa siguiente la psicopedagogía va a alcanzar edad de adulta y por eso durante este siglo se perfila una corriente conocida con el nombre de pedagogía psicológica.

Hoy día no se duda de la necesidad de un conocimiento psicológico, pero esta ideología parte de los finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Hay que tener en cuenta que la necesidad de conocer al niño de cara a su educación es una idea muy vieja que podemos ya encontrar en Platón y Aristóteles. Será Quintiliano quien vuelva por los antiguos fueros para olvidar todo y caer en una concepción masificante. Después de este olvido hay que esperar a Luis Vives y posteriormente a Locke para llegar a Rousseau que impone una psicología empírica, pero no por eso falsa, aunque sólo sea por haber implantado los principios esenciales. De allí nace la necesidad de conocer al niño, de diferenciar la psique del niño, de la del adulto y, en fin, acomodar la educación a las etapas del desarrollo humano.

Dos autores y pedagogos que por ellos solos representan toda la educación de esta vertiente: Pestalozzi y Herbart.

Si hiciéramos caso de la necesidad de buena presencia física para poder educar, tendríamos que eliminar a Pestalozzi. Endeble, feo, enfermizo, desaliñado y con un aspecto ingenuo, hay que considerarlo como el gran genio pedagógico «conocido en los cinco continentes». Sus ideas triunfan dentro de su misma patria (Suiza), donde los Institutos Hofwil son modelos de escuelas filantrópicas dedicadas a la experimentación agraria. Pasan a Alemania y a Prusia, donde Humboldt inicia una
reforma inspirada en la obra de Pestalozzi. Todos los países se abren a la influencia pestolizziana y en España comienzan a funcionar escuelas de la misma tendencia en Tarragona, Santander y Madrid.

1.1 Bases de la pedagogía de Pestalozzi

El fin de la educación según este autor es asegurar a cada niño el desarrollo integral al que por haber nacido tiene derecho. Este fin lo llevará a fundamentar su pedagogía, en la que nada se olvida. En primer lugar aboga por el respeto a la individualidad del sujeto, teniendo en cuenta que el individuo es una unidad de inteligencia, sentimiento y moralidad. Cuando una de estas características cae en el olvido, se produce la desarmonía y por tanto la nulidad de la educación integral.
Lo importante es la experiencia del educando que está garantizada por su misma curiosidad intelectual (recordar la tesis de Rousseau). Por esta razón Pestalozzi no tiene horario fijo para la actividad educativa: respeta al máximo los intereses del niño y aprovecha en todo momento su deseo de aprender. Para ello plantea una educación progresiva y uniforme de la que se descarta en ocasiones lo espiritual y la moral. Alguien le achacó esta deficiencia, pero Pestalozzi queda a salvo, ya que cree que la educación religiosa y moral debe llevarse a cabo en el seno de la familia.
La enseñanza debe partir de los objetivos y de la observación para elaborar racionalmente los datos universales de forma, número y nombre. Parte de la idea de Rousseau: no enseñaréis nunca nada a un niño si éste no lo puede ver. Pero, a partir de aquí, elabora una doctrina más concreta sobre la intuición de los objetos, base de la intuición intelectual que es a la que pretende llegar. El sujeto capta la forma del objeto (dibujo geométrico), sus partes y sus números (aritmética) y asocia entera la nueva experiencia a un sonido articulado o nombre (lenguaje y gramática práctica). De esta forma pone de relieve la experiencia como base de la intuición y, en último término, de la intuición intelectual.

1.2 La obra de Herbart

Herbart fue el autor que dio base teórica a la pedagogía mediante un riguroso estudio que le ha valido el título de «fundador de la pedagogía científica». Su preparación teórica tanto en Filosofía como en Psicología supera a los autores anteriores. No es de extrañar que sus dos obras capitales: La pedagogía general
deducida del fin de la educación y Ensayo de un curso de pedagogía, sean dos estudios rigurosamente científicos en los que plantea una serie de puntos inexistentes hasta el momento: el verdadero campo de la conciencia, la definición previa de los fines, los medíos educativos y la posibilidad de la educación, que hoy
día constituyen los temas capitales de la educación.


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